Fátima Católicos contra el Nuevo Orden Mundial
miércoles, 15 de mayo de 2024
sábado, 5 de marzo de 2022
LA ÚNICA SOLUCIÓN DEL MUNDO, ¡¡¡DE RODILLAS ANTE CRISTO!!!
Es inútil que se reúnan
las cancillerías, que se organicen asambleas internacionales. No lograrán poner
en orden y concierto al mundo hasta que lo arrodillen ante Cristo, ante Aquél
que es la Luz del mundo; hasta que, plenamente convencidos todos de que por
encima de todos los bienes terrenos y de todos los egoísmos humanos es preciso
salvar el alma, se pongan en vigor, en todas las naciones del mundo, los diez
mandamientos de la Ley de Dios.
Con sola esta medida se
resolverían automáticamente todos los problemas nacionales e internacionales
que tienen planteados los hombres de hoy; y sin ella será absolutamente inútil
todo cuanto se intente.
Precisamente porque el mundo de hoy no se preocupa de sus destinos eternos, porque no se habla sino del petróleo árabe, de la hegemonía económica mundial de ésta o de la otra nación, o de cualquier otro problema terreno materialista, en el horizonte cercano aparecen negros nubarrones que,
si Dios no lo remedia, acabarán en un desastre apocalíptico bajo el siniestro resplandor y el estruendo horrísono de las bombas atómicas.
ANTONIO
ROYO MARÍN O.P.
“El
misterio del más allá”
sábado, 19 de junio de 2021
Los judíos y la francmasonería – Por el Pbro. Julio Meinvielle.
Ahora bien, con esta ilusión se introducen
en la Cristiandad los judíos, medio a escondidas. En los ghettos han preparado
las herramientas para la obra, demoledora que ahora pueden emprender dentro de
la misma Cristiandad.
¿Qué
tienen que hacer ahora? Tienen que echar a rodar por el mundo de los
cristianos ideas de rebelión que rompan esa armadura de Sociedad Medioeval, tan
fuertemente consolidada, y sobre todo terminar con estos dos puntales de la
Sociedad Cristiana: el altar y el trono;
el Papa y el Rey. Para ello tienen preparada una fórmula magnética que va a
deslumbrar y subyugar las multitudes de una sociedad en cierto modo agitada y
turbulenta por culpa de ese trono y de
ese altar que, olvidando que en el reino de Dios toda grandeza es una grandeza de
servido, porque el Papa y el Rey están sobre todos para servirles a todos, han
canalizado el poder.
Una fórmula de tres palabras va a enloquecer
al mundo: ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!
Pero
¿cómo lanzarlas al mundo para que se
hagan substancia en la carne de los cristianos, sobre todo sabiendo que basta
que aparezca el sello judaico para que sean rechazadas?
Muy sencillo para esta raza conspiradora por
naturaleza. Las hará germinar y aclimatar primero en conciliábulos secretos,
donde se agruparán todos los ambientes de una sociedad en descomposición.
Y así los turbulentos, y agriados por el
espíritu de rebelión, con el cerebro delirando concepciones e ideas de
transformación mundial, apañados por aristócratas no menos ambiciosos, se
reunirán en “logias
secretas” de la Francmasonería.
En esas tenebrosas sectas, bajo la
apariencia de ritos y fórmulas judaicas inofensivas, con el pretexto de “trabajar por el mejoramiento material y
moral en el perfeccionamiento social e intelectual de la humanidad” (E. Plantagenet,
La Franc-Maconnerie francaise), se buscará destruir cuanto la Iglesia Católica
había hecho en el mundo. (A. Preuss, Etudes sur la F. M. Américaine).
No se crea que el problema de la Masonería
es un fantasma que se agita para explicar lo que no es sino resultado de
fuerzas naturales. Basta decir que hay pruebas abundantes y sólidas de la
acción mortífera de estas sectas corruptoras.
Son
éstas, sobre todo, los documentos masónicos incautados, como los del “Iluminismo de Baviera”, caídos en manos de la
Policía en 1785, y que el abate Barruel aprovechó para escribir sus Mémoires pour
servir a l´histoire du Jacobinisme, 1798; los de “La Alta Venta Romana”,
llegados a poder del Vaticano en 1845, y de los que se ocupó Crétineau Joly en
su libro La Iglesia Romana frente a la Revolución; más recientemente los de los
Archivos masónicos de Budapest, incautados en 1919 cuando la caída de Bela Kun en Hungría.
Pero aun sin recurrir a
estos documentos, basta recoger las afirmaciones insolentes y cínicas de los
mismos francmasones que hoy se sienten orgullosos de sus gestas perversas.
Las
palabras con que el francmasón Bonnet resumió los triunfos masónicos en el Congreso
Masónico del Gran Oriente de Francia en 1904 son muy ilustrativas.
En el
siglo XVIII —dice— la gloriosa generación de los enciclopedistas encontró en
nuestros templos un auditorio fervoroso que, entonces solo, invocaba la
radiante divisa, desconocida por la muchedumbre; Libertad, Igualdad,
Fraternidad. La semilla germinó pronto.
Nuestros ilustres H. H. D'Alembert, Diderot,
Helvecio, Holbach, Voitaire, Condorcet terminaron la obra de evolución espiritual
y prepararon los tiempos actuales.
Y
cuando se desplomó la Bastilla, la francmasonería tuvo el honor supremo de dar
a la humanidad la carta que había elaborado con amor.
El H.
La Fayette es el primero que presentó el proyecto de una declaración de los derechos
naturales del hombre y del ciudadano que vive en sociedad, para formar con él
el capítulo primero de la Constitución. El 25 de agosto de 1789, la
Constituyente, de la que más de 300 miembros eran masones, adoptó
definitivamente, casi palabra por palabra, como se estudió largamente en las logias,
el texto de la inmortal declaración de los derechos del Hombre. En esta hora decisiva
para la civilización la francmasonería francesa fue la conciencia universal, y
en las improvisaciones e iniciativas de las Constituyentes no cesó de aportar
el resultado reflexivo de las elaboraciones de sus talleres.
Hasta aquí el
francmasón Bonnet. Otros dos autores, Cochin y Charpentier, que coleccionaron
los documentos de los archivos municipales y nacionales de Francia, han podido escribir
que desde 1787 a 1795 no hay ni un solo
movimiento popular, excepto el de la Vendée, que no haya sido movido y
organizado en los más insignificantes detalles por los Jefes de una
organización secreta, que actuó en todas partes del mismo modo, haciendo
ejecutar sus órdenes a la voz de mando.
¿Y quién creó y quién comandaba las multitudes de logias que
infestaban el suelo de Francia?
El
judío Isaac Wise nos da la respuesta en “The
Israelite” del 3 y 17 de agosto de 1855: La Masonería —dice— es una institución judía, cuya historia,
reglamentos, deberes, consignas y explicaciones son judías desde el comienzo al
fin, con excepción de alguna regla secundaria y algunas palabras en el
juramento.
Y por los numerosos
documentos secuestrados de los Archivos masónicos de Budapest en 1919 (La Franc-Maconnerie en Hongrie, Preface
de Charles Wolf, Budapest, 1921) aparece claro que la masonería es una obra
eminentemente judía. Así, por ejemplo, el libro que contiene la Constitución de
la Gran Logia Simbólica de Hungría, impreso en Budapest en 1906, lleva la fecha
de la era judía 5886. El texto de los votos pronunciados por los miembros está
concebido en lengua hebraica. Las consignas, que cambian cada seis meses o cada
año, son igualmente hebreas. La lista publicada al fin del libro nos muestra
que el 92% de los miembros de las Logias son judíos; no son sino nombres como
Abel, Bloch, Berger, Fuchs, Herz, Levy, Pollak, Rosenthal, Schon, etc., o bien
nombres judíos magiarizados como Kun, Kadar, etc. (Ver Mons. Jouin. La Judeo-Maconnerie et L’Eglise Catholique).
La afirmación de Gougenot des Mousseaux (Le juit et la judaisation des peuples,
1869) de que en el Consejo universal
y supremo, pero secreto, de la Masonería, compuesto de nueve miembros, se han de
reservar cinco asientos para los representantes de la nación judía, no es
tan peregrina.
“EL JUDÍO”
La teología en defensa del catolicismo.
AÑO 1959 (3ª Edición)
La
primera edición de la presente obra, se publicó en el “año 1936”
sábado, 10 de octubre de 2020
EL PLAN DE LA ALTA VENTA – Por Monseñor Delassus (Fragmento de la obra "El problema de la hora presente)
Nota: Lean como proyecta el enemigo…estrategia
sin tiempo (el masón cae pero la causa sigue, sigue la pelea)…en este caso el
plan de obtener un Papa con pensamiento
masónico (convencido de que los ideales masones están por encima de los
católicos) tiene más de 250 años…Y por lo que se viene viviendo hace más de 100 años hasta la
actualidad, los masones lograron mucho más de lo que planearon…Pero a pesar de
que esta sea su hora, (no lo será por mucho tiempo). No podrán destruir la
Iglesia que hoy (por el momento) se encuentra tomada por varios enemigos
internos… Para los que no lo saben “La alta Venta” es la masonería italiana
llamada también de los “Carbonarios” cuyo líder fué el asesino, enemigo de la
Iglesia católica, de los tronos y del papado Giuseppe Mazzini (1805-1872). El fragmento de
esta antigua obra: “El problema de la
hora presente”. Hoy más que nunca es de una gran actualidad.
¿Cómo hombres inteligentes – y ciertamente
los Cuarenta lo eran; Nubius, su jefe, tenía más que inteligencia, era un
hombre de genio infernal – cómo pudieron aceptar engancharse en una empresa tan
loca? Ellos se metieron ahí, lo vemos por su
correspondencia, se metieron ahí con entusiasmo. Un odio satánico los animaba y
toda pasión crea la ilusión.
Las
Instrucciones habían ido primeramente al encuentro de las objeciones.
“El
Papa, sea quien fuere, no vendrá jamás a las sociedades secretas. No
pretendemos ganar a los Papas para nuestra causa, hacerlos neófitos de nuestros
principios, propagadores de nuestras ideas. Sería un sueño ridículo, y,
cualquiera sea la manera como se den los acontecimientos, que cardenales o
prelados, por ejemplo, sean introducidos de plena voluntad o por sorpresa en
una parte de nuestros secretos, y aún eso no sería motivo para desear su
elevación a la Sede de Pedro. Esta elevación nos perdería. La ambición los
habría conducido a la apostasía, las necesidades del poder los forzarían a
inmolarnos”.
Lo que la secta deseaba, no era pues un Papa
franc-masón; lo que la Alta-Venta estaba encargada de procurarle no era
asimismo un Papa consagrado a la Sectas; si ella encontraba un candidato tal al
trono pontificio, no debería trabajar para hacerlo llegar a él. ¿Qué quería? Las Instrucciones lo
dicen: “Lo
que debemos pedir, lo que debemos buscar y esperar como los judíos esperan al
Mesías, es un Papa según nuestras necesidades”.
¿Cómo entendían ellos ese Papa según sus
necesidades? Lo vemos en las Instrucciones: “Alejandro VI no nos convendría pues jamás
erró en materias religiosas (1). Un Clemente
XIV al contrario, sería nuestra solución, de los pies a la cabeza (2). Borgia ha sido anatematizado por todos los
vicios de la filosofía y de la incredulidad y debe ese anatema al vigor con el
que defendió la Iglesia. Ganaganelli se entregó atado de pies y manos a los
ministros de los Borbones que le daban miedo, a los incrédulos que celebraban
la tolerancia, y Ganganelli se convirtió en un muy gran Papa (3) (a los ojos de
los filósofos). Es casi en esas condiciones que necesitaríamos uno, si todavía
es posible. Con eso marcharemos más seguramente al asalto de la Iglesia que con
los panfletos de nuestros hermanos de Francia y el mismo oro de Inglaterra
¿Quieren saber la razón? Es que con eso, para romper la roca sobre la cual DIOS
ha construido su Iglesia, no necesitamos más de vinagre anibalense, ni de
pólvora de cañón, ni de nuestros mismos brazos. Tenemos el meñique del sucesor
de Pedro comprometido en el complot y ese meñique vale para esta cruzada todos
los Urbanos II y todos los San Bernardo de la cristiandad”.
Después de haber trazado así el retrato de
ese Papa quimérico, y haber dicho lo que la secta podría esperar de aquel que
lo realizaría, las Instrucciones agregan:
“No dudamos llegar a ese término supremo de nuestros esfuerzos. Nada debe desviarnos del plan trazado; al contrario, todo debe tender a él. La obra está apenas esbozada; pero desde hoy debemos trabajar en ella con el mismo ardor que si el éxito debiera coronarla mañana”.
sábado, 26 de septiembre de 2020
HIMNO A JUANA DE ARCO –– CONTRA LA FRANCMSONERÍA. (22 de Agosto de 1893.)
I. —Sublime hija de la Lorena. De rodillas
te imploramos; —Ven y sé nuestra guía. —Tú nos respondes: “¡Levantaos
franceses!”—“En la ciudad y en la aldea” –– “¡Unid vuestros corazones” —“Llegó
la hora de la cruzada —Contra el enemigo francmasón!”
Coro.
–– ¡Gloria a Juana! — ¡Gloria! — Con el auxilio de Dios, la victoria
—Alcanzarán nuestros nobles corazones. — ¡Elevemos nuestros corazones! — ¡Que hemos
de salir vencedores! ¡Gloria a Juana! ¡Gloria! ¡Gloria!
II. — Nombres de Jesús y de María, –– Con
vuestra protección venceremos. —La infernal masonería — Colmó ya nuestras
desgracias. — ¡Audaz! ¡Ved cuántos ultrajes!... — De Juana sigamos el ejemplo.
— ¡Audaz! Reanimemos nuestro valor; —Nuestro enemigo es el francmasón!
Coro.
— ¡Gloria a Juana! etc.
III. —
De las sombrías hordas masónicas –– Aprendamos a descubrir las maquinaciones. —
¡Vamos, con Dios, católicos, — Contra Satán y sus secuaces! — Ha vuelto la
esperanza a nuestro corazon; — Ya no hay que sufrir la esclavitud. —Habló Juana:
¡A los infames! — Nuestro enemigo es el franc-mason.
Coro.
— ¡Gloria a Juana! etc.
IV. —
En su lóbrega madriguera, el enemigo — Dícese dueño de nuestra suerte. — ¡Oh
Juana de Arco, en esta guerra, — Es la apuesta de vida o de muerte! — ¡Al
combate! y sigamos tu ejemplo, — O lentamente pereceremos. — ¡Destruyamos el
templo de Satán! — ¡Dios lo quiere! No más franc-masones!
Coro. — ¡Gloria a
Juana! etc.